Biblioteca de las Artes Fandom
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Plantilla:Destruir Antonio Martínez Suárez (Gijón, Asturias, 26.1.1923-Madrid, 21.10.2013) Fue un pintor asturiano.

Biografía[]

En su ciudad de nacimiento asistió al colegio y más tarde a la Escuela Oficial de Peritos Industriales. En 1944 sufrió una grave enfermedad, lo cual le obligó a guardar convalecencia, momentos que aprovechó para trabajar como delineante de arquitectura y gracias a ello, en 1945, entrar a colaborar con el arquitecto gijonés Antonio Álvarez-Hevia (1909-1986), en cuyo estudio conoció al pintor y escultor Joaquín Rubio Camín; es junto a éste que, en 1947, en la Sala Cristamol de Gijón, expone Suárez su obra por primera vez.

Tanto Camín como Suárez tenían amistad con los dos pintores asturianos más sobresalientes del momento: Nicanor Piñole y Evaristo Valle, por ellos se vieron empujados a organizar en 1948 el I Salón de Navidad de Gijón.

Al finalizar la década de 1940 realiza una serie de viajes a Madrid, donde entra en contacto con la naciente vanguardia artística española y en 1949 se casa con Angelita Menéndez, tras lo cual establecen su domicilio en la capital. Un año más tarde, ambos viajan a París, donde Suárez entabla amistad con pintores españoles de la conocida como Escuela de París. Por motivos de salud retorna a Asturias en 1953 y al año siguiente vuelve a Madrid.

A partir de 1955, el artista colabora con arquitectos que trazaban los planes de reconstrucción que auspiciaba el Instituto de Colonización como Suárez Aller o Juan Vallaure, entre otros.

A raíz de su pertenencia al grupo El Paso, la carrera internacional del artista fue muy importante: entre 1957 y 1959 tomó parte en las bienales de Alejandría, Venecia y São Paulo, así como en las exposiciones de Ton-Fan en Taipéi, Taiwán y en la Quinta Exposición Internacional de Arte de Tokio.

Entre 1961 y 1962 sigue trabajando con arquitectos y en 1963 viaja a México y Estados Unidos, donde expone en la ciudad de Nueva York. Suárez continúa exponiendo internacionalmente como en la Bienal de Venecia de 1962 o en las de São Paulo de 1965 y 1967. Ya en los años ochenta del siglo XX se celebran las primeras retrospectivas, entre ellas la del Museo de Bellas Artes de Asturias en 1982.

Estilo y obra[]

Durante su estancia en el estudio de Antonio Álvarez-Hevia, comparte su afición e inquietudes artísticas con Joaquín Rubio Camín, con quien sale al campo para realizar paisajes del natural.

Su primer acercamiento al arte abstracto fue en 1950, cuando expuso en la Galería Buchholz, de Madrid. Sin embargo, durante su estancia en París, entre 1951 y 1953 —donde conoce a Miguel Ibarz, a Jordi Mercadé o a Orlando Pelayo, entre otros— retorna a una pintura de tintes más figurativos. A esta época parisina, José de Castro la califica como «negra», pues piensa que es una especie de reacción contra la abstracción francesa de ese momento, la cual adolece de cierto «decorativismo», frente al uso de raspaduras y empastes que podría relacionar su obra con la de Fautrier. La primera exposición individual en la capital francesa la realiza en la Galería Vidol. En 1953 regresa a Asturias y recupera la abstracción.

En 1954, de nuevo instalado en Madrid afianza su personalidad artística y comienza su interés por la pintura mural y el mosaico, arte en el que lo introduce el arquitecto José Luis Fernández del Amo, quien por aquel entonces era director del Museo de Arte Contemporáneo.

El Paso[]

Será en 1957 cuando Suárez entrará de lleno en la historia del arte español e internacional, ya que ese año firmó el manifiesto del grupo El Paso y participó en la primera exposición de este; todo ello supuso uno de los acontecimientos fundamentales para el arte español de la segunda mitad del siglo XX, pues introdujo el informalismo, rompiendo así con todo lo establecido en el arte español de posguerra.

A pesar de que el grupo tuvo una corta vida —Suárez lo abandona en 1959—, la experiencia marcó toda la trayectoria estética del artista. Se alejó totalmente de la figuración y el gesto pasó a ser el protagonista de sus trabajos; la materia se convirtió en protagonista lo que, unido al uso de veladuras, dio a sus obras una delicada confrontación de texturas. Al inicio podemos advertir en sus trabajos cómo los fondos grisáceos se ven alterados por colores que se rizan y que se salpican con abultamientos de cerámica, para luego dar paso a los tonos ocres, blancos o malvas de 1959 y 1960.

Aunque a principios de los años sesenta su pintura ya es totalmente abstracta, comienza en Suárez la costumbre de titular sus cuadros con nombres que hacen referencia a elementos concretos, figurativos —Formas humanas, Paisaje, Torso, Naturaleza…—, lo cual hace que la pintura se «humanice» . Si bien en un principio los títulos son la única referencia a lo «real» en su arte, poco a poco se van descubriendo sutiles formas que recuerdan a los elementos en cuestión. Hacia 1968, el carácter reflexivo de Suárez se hace notar en el orden compositivo —vertical y horizontal—, de su obra, lo cual abandona posteriormente, rellenando el espacio con fondos blancos sobre los que destacan —flotan—, golpes de color, desembocando en un estilo más fluido, menos matérico.

Así, con el arranque los años setenta, el artista parece querer retornar a cierto realismo —por ejemplo, en su serie Ventanas— ya que, junto a la materia, es el espacio quien aparece entre los planos que definen la composición. A ello se suman nuevos colores que se unen a los terrosos tan utilizados por él en la década anterior: verdes, azules, rosas… En 1976 recupera su estilo anterior con «bodegones» y «paisajes» y, a partir de 1979, son los «paisajes» verdes y ocres, de leves veladuras, quienes ganan presencia en su obra.

Bibliografía[]

  • BARÓN THAIDIGSMAN, JAVIER: Diccionario de pintores y escultores, en Enciclopedia Temática de Asturias, tomo V, Arte II, Silverio Cañada Editor, Gijón, 1981, pág. 323.[1]
  • BARÓN THAIDIGSMAN, JAVIER: Últimas manifestaciones de la pintura, en El arte en Asturias a través de sus obras, Editorial Prensa Asturiana, Oviedo, 1996, páginas 873, 874 y 875.
  • klandestinos.art
  • Real Academia de la Historia
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