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Andrés Vidau Pérez fue un pintor asturiano nacido en la parroquia ovetense de Santa Eulalia de Colloto en 1908 y fallecido en Oviedo en 1965.[1] Su obra se inscribe dentro de la corriente del expresionismo poético. La temática oscila entre el paisaje, las escenas costumbristas, especialmente de los rincones de Oviedo, el retrato, la pintura religiosa y los temas marineros.
Biografía[]
Andrés Vidau cursó estudios de pintura en la Escuela de Artes y oficios de Oviedo donde fue alumno de José Uría. En esos años de formación trabaja también como sastre. Traba amistad con el pintor avilesino Alfredo Aguado que le influirá en sus retratos iniciales.
En 1932 obtuvo una plaza de pensionado de número en la sección de pintura de la Diputación Provincial qué le permitió iniciar sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, que abandonaría antes de concluirlos, aunque pudo titularse como profesor de dibujo.[2]
Entre 1943 y 1948 trabajó como interino auxiliar y ayudante meritorio de dibujo artístico en Artes y oficios de Oviedo.[2], año en el que renunció a la plaza para trasladarse a Barcelona.
Fallece en Oviedo el 31 de diciembre de 1965 por un tumor cerebral detectado el año anterior.
Obra[]
Mostró su obra por primera vez en la exposición del Ateneo Popular Ovetense en 1932; en 1934, en la Diputación provincial; en 1935, en el Salón Café Peñalba;...
En 1941 regresa a Oviedo y presenta tres obras en el I Certamen de Trabajo que organizaba Educación y Descanso consiguiendo el primer premio con el Tríptico de la Pasión, que tuvo una gran acogida por la crítica. Esto propició uno de los encargos más importantes de su carrera, el mural del Concilio de Alfonso II (1942-1943) para el claustro de la Universidad de Oviedo, pintura que fue tapada en 1947 sin motivo aparente.[2]
En 1946 pintaría para el expositor de la firma Hermanos García Álvarez en la Exposición de Industrias del Noroeste de España un fresco sobre lienzo y al temple de gran tamaño.
Su pintura evoluciona desde presupuestos poscubistas hacia una dinámica expresionista, con grandes dosis de surrealismo en la imaginación utilizada.
Fue uno de los mejores representantes de su generación de la temática religiosa.
En 1950 se trasladó a Barcelona coma en donde expuso, en 1951, una obra influida por la luz mediterránea ajena a su quehacer anterior.
En 1962 expuso en Oviedo, en la Caja de Ahorros de Asturias, temas de danza como Metafísica de la danza, Danza ritual, Teoría de la danza, basadas en los bailes asturianos.
En sus cuadros religiosos está fuertemente influido por el Greco, como en sus cuadros Pentecostés o Nacimiento.
Realizó varios murales, como el del claustro de la Universidad de Oviedo, donde se representaba el Concilio de Alfonso II (obra hoy desaparecida), el Mural minero o los realizados para García Álvarez hermanos.
Hay obras suyas en el Museo de Bellas Artes de Asturias, en el Ayuntamiento de Oviedo, en la Universidad de Oviedo y en varias colecciones privadas.
- Naranco (1928)
- Retrato de Ignacio Vidau (1930)
- La Miseria (1933)
- Autorretrato (1934)
- Patio (1935)
- Tríptico de la Pasión (1941)
- Retrato de Carmen (esposa del artista, 1942)
- Salsipuedes (1944)
- La bolera (1945)
- Trascorrales (1945)
- Alegoría de Asturias (1946)
- Paisaje asturiano (1946)
- Mural minero (1946)
- Apocalipsis (1946)
- Nacimiento (1947)
- El portal de Belén (1950)
- Dios Padre (1950)
- La Última Cena (1950)
- Danza asturiana (s.f.)
Referencias[]
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Bibliografía[]
- Diccionario Enciclopédico del Principado de Asturias (2004). Ediciones Nobel, Oviedo.-Tomo 15 ISBN 84-8459-276-6.
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